El río Timavo se origina a partir de resurgimientos cársicos a los pies del Monte Nevoso y fluye sobre la superficie unos cuarenta kilómetros hasta San Canziano, donde es absorvido por una sima. Así comienza su viaje subterráneo bajo la meseta cársica, por una distancia de 37 kilómetros en línea recta para afluir en San Giovanni di Duino con tres grandes manantiales y algunos más pequeños. Luego, el agua fluye en una única ranura que después de dos kilómetros de camino desemboca en el mar. La evidencia de presencia humana en las proximidades de los muelles del Timavo se remontan hasta la edad neolítica. Cerca de las fuentes se levanta, reconstruida después de los graves daños sufridos durante la guerra de 1915-1918, la hermosa iglesia de San Giovanni di Duino.
Escenario de muchas batallas durante la Primera Guerra Mundial, en San Giovanni di Duino se hallan muchos vestigios en memoria de los caídos de guerra y de las hazañas de los soldados italianos. Junto a la nueva iglesia de San Juan, se erige el herma de la tercera Armata, mientras que en frente un grupo de lobos de bronce recuerda los regimientos de las infanterías 77 y 78 de la Brigada Lupi di Toscana. Después, en el acantilado, fueron transcritos los versos de Virgilio que describen las fuentes del Timavo.