Situada a pocos kilómetros al norte de la localidad que lleva su nombre, la cueva gigante es famoso por su cavidad principal llamada la Gran Caverna que por el tamaño podría contener en su interior a la Basílica de San Pedro. Su cavidad presenta una forma elipsoidal que mide 275 metros de largo, 65 metros de ancho y un techo abovedado de más de 100 metros: tales dimensiones le confieren el título de la cavidad visitable más grande del mundo. Con referencia a los aspectos geológicos que la caracterizan, la cueva gigante es una de las tres cuevas más espectaculares del Carso, así como la única que queda en territorio italiano, ya que Postumia y San Canziano se encuentran en Eslovenia. Es propiedad de la Sociedad Alpina de la zona de Giulia, la que se encarga de la apertura, iluminación y las guías; se puede visitar en poco más de una hora durante todo el año. Una larga escalinata con pasarelas, tramos de sendero y rampas suspendidas al vacío conducen a la base de la cueva: el espectáculo es uno de los más sorprendentes gracias también a la iluminación eléctrica que resalta formaciones cristalinas del tinte rojizo, estalactitas y estalagmitas de dimensiones impresionantes, tales como "La Palma" alta más de seis metros.
Hoy en día la cueva gigante, además de ser un lugar de interés turístico, también es una estación importante para la investigación científica: gracias a su excepcional tamaño han encontrado el lugar ideal para colocar instrumentos muy sensibles para el estudio de la meteorología y del microclima subterráneo, de la física terreste y del Carso. Junto a la entrada, una pequeña construcción está dispuesta como Museo Espeleológico y presenta una selección mineralógica y antropológica.